Llega el verano a nuestro país y con él la temporada de vacaciones y escapadas. Ahora más que nunca, y después de un largo confinamiento y sus consecuentes estricciones en la movilidad, el cuerpo nos pide viajar. Si no tienes muy claro tu destino, te proponemos una de las joyas más preciadas del pirineo catalán: el Valle de Arán. La comarca pirenaica, que cuenta con más de 620 kilómetros de extensión, es un lugar para no olvidar fácilmente.
MÁS DE 33 PUEBLOS PARA RECORRER
Si disfrutas de callejear por pueblos perdidos, te gusta probar platos locales en restaurantes de toda a vida, y te fascina la historia y la cultura, esta comarca tiene un total de 33 pueblos que podrás explorar a tu aire. Pequeños municipios formados por conglomerados de casitas de piedra –arquitectura típica del Pirineo Catalán– y kilómetros de montañas verdes por explorar: senderos, pozas, nieve, ríos… No podrás resistirte a conocer las historias de estos fascinantes lugares; escenarios de grandes batallas durante la Guerra Civil, decenas de itinerarios de contrabando clandestino durante la post-guerra, escondites de pequeños grupos de maquis y una infinidad de sucesos históricos más que te dejarán con la boca abierta. Entre sus pueblos más bonitos destacan Vielha –la capital–, Baguergue, Salardú, Unha, Gessa, Garós o Les.
NATURALEZA EN ESTADO PURO
Este 2021, la demanda turística se inclina por destinos naturales, el viajero definitivamente busca tranquilidad y contacto con la naturaleza. En esta comarca rodeada por montañas majestuosas, encontrarás la fauna y la flora catalana en su máxima expresión. Con un 30% del territorio a más de 2000 metros de altitud, la naturaleza emerge con una fiereza hechizante en el Valle de Arán; bosques caducifolios, betos, hayas, carvallos, prados alpinos, perdices, ciervos e, incluso, algún que otro oso pardo. Un sueño para los amantes de la naturaleza, el relax y los largos paseos por el monte.
GASTRONOMÍA SOSTENIBLE
Uno de los atractivos más cautivadores de viajar al Valle de Arán es su deleitosa gastronomía. Una cocina caracterizada por aprovechar el producto del entorno: carnes de caza, pucheros y sopas para prevenir el frío, o productos lácteos de primerísima calidad derivados los rebaños que pastan libres por lo prados del valle. Cualquier restaurante es, sin duda alguna, un inequívoco para probar comida de proximidad de una calidad inigualable.
DEPORTES DE ALTA MONTAÑA Y ACTIVIDADES EN FAMILIA
Además, gracias a la topografía de su territorio, el valle permite que se puedan llevar a cabo multitud de actividades deportivas tales como rafting, puenting, escalada, esquí o BTT. Los deportistas podrán saciar sus ansias de ejercicio físico al aire libre, y disfrutar mientras realizan actividades sanas y en familia de un paisaje difícil de olvidar.
Asimismo, algunos pueblos del valle ahora cuentan con ofertas culturales gratuitas como Gymkana Digital Turística, que propone un juego de enigmas al aire libre para que los turistas puedan recorrer el valle mientras resuelven acertijos y si divierten conociendo el patrimino cultural del lugar.
UNAS VACACIONES INOLVIDABLES
En definitiva, el Valle de Arán es un destino poco conocido nivel turístico pero un diamante en bruto por descubrir para viajeros empedernidos. Si te gustan los espacios naturales y quieres empezar a practicar un modelo de turismo sostenible no dudes en visitar algunos de los pueblos que conforman este espectacular valle. El Valle de Arán es un lugar para no olvidar.