En el corazón del valle medio del río Nansa, emerge Carmona, una de las joyas rurales más auténticas de Cantabria. Este pequeño pueblo, que forma parte del municipio de Cabuérniga, es mucho más que un lugar con encanto: es un museo al aire libre de la arquitectura tradicional cántabra.
Carmona está declarado Conjunto Histórico-Artístico. Y no es casualidad. Sus callejuelas empedradas, sus casas de piedra con balcones floridos y su aire silencioso atrapan a quienes buscan desconectar y reconectar con lo esencial.
Su localización, en un entorno natural privilegiado, entre prados, bosques y montañas, lo convierte en una escapada ideal durante todo el año. El clima fresco en verano y nevado en invierno añade un toque mágico a cualquier visita.
«La flor de los Albarqueros»
¿Sabías que Carmona es conocida como La flor de los Albarqueros?
Este curioso sobrenombre tiene raíces profundas. Durante siglos, los artesanos del pueblo se especializaron en la fabricación de albarcas: un calzado de madera típico de Cantabria. Un símbolo de identidad y resistencia cultural. Hoy, este oficio tradicional sigue presente en la memoria colectiva del pueblo.
Muchos talleres artesanos han desaparecido, pero todavía pueden encontrarse muestras del trabajo tradicional en museos etnográficos de la zona, y en relatos orales que los mayores del pueblo aún comparten con orgullo.
Lugares que debes visitar en Carmona
Cada rincón de Carmona guarda una historia. Y estos son algunos de los puntos más emblemáticos que no puedes dejar de visitar:
1. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Construida en el siglo XVIII, esta iglesia es una verdadera joya arquitectónica. De planta de cruz latina y con una fachada neoclásica de piedra de sillería, se alza como un templo de espiritualidad y serenidad. Ideal para una pausa contemplativa.
Al acercarte, escucharás las campanas que marcan el ritmo del día en el pueblo. Dentro, las imágenes religiosas, el retablo y la bóveda dan testimonio del fervor de generaciones.
2. Palacio Rubín de Celis
También conocido como Palacio de los Mier o La Venta de Carmona. Este edificio noble es el más majestuoso del pueblo. Su gran escudo nobiliario grabado en la fachada te habla de un pasado de linajes y hazañas. Es, sin duda, una parada obligatoria para los amantes de la historia.
Actualmente, alberga un alojamiento rural, lo que permite vivir una experiencia completa durmiendo en un palacio con siglos de historia.
3. Monumento a las Albarcas
Un homenaje sentido a Amado el de Carmona, un maestro artesano del calzado tradicional. Esta escultura representa la conexión entre la tierra, el oficio y la cultura. Un símbolo que honra a quienes hicieron de su trabajo una obra de arte.
Pasear por Carmona es como recorrer un museo de etnografía a cielo abierto. Y este monumento es uno de sus emblemas más emotivos.
Otros encantos escondidos en Carmona
Además de los lugares principales, te recomendamos perderte por sus calles. Encontrarás casas con solanas de madera tallada, hórreos tradicionales y fuentes naturales donde beber agua fresca de manantial.
Las vistas desde los miradores del pueblo son espectaculares. Desde allí se domina todo el valle del Nansa, con paisajes verdes salpicados de caseríos y ganado pastando.
Carmona también es punto de partida de varias rutas de senderismo, como la que lleva al puerto de Palombera o al bosque de Secuoyas en Cabezón de la Sal. Para los amantes de la naturaleza, es un paraíso.
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Un rumor ancestral cuenta que un vecino que emigró a América regresó con una fortuna… y la escondió en un caldero de oro, enterrado en algún lugar del pueblo. Pero no será fácil encontrarlo: anjanas, brujas y pruebas misteriosas protegen el secreto.
Con esta experiencia gamificada, recorrerás Carmona resolviendo enigmas, escaneando pistas y sumergiéndote en sus leyendas. Ideal para familias, grupos de amigos o cualquier amante de la aventura.
Lo único que necesitas es tu móvil y muchas ganas de jugar. A medida que resuelvas acertijos, descubrirás los rincones más mágicos del pueblo y aprenderás sobre su historia de forma interactiva.
Además, la gymkana está pensada para todas las edades. Puedes participar en pareja, en familia, o incluso como reto personal. Es una forma original de hacer turismo rural, combinando tecnología, cultura y diversión.
¿Te animas a descubrir Carmona?
Este pueblo no solo se recorre, se vive. Su esencia, su historia y su magia están esperando a ser exploradas. Y ahora, con la gymkana digital, la experiencia se vuelve aún más inolvidable.
Súmate al turismo rural con alma. Y deja que Carmona te cuente sus secretos. Vuelve a la raíz. Respira autenticidad. Y guarda en tu memoria un rincón que difícilmente olvidarás.