La transformación del turismo es inminente
El 2021 y la reactivación paulatina de la vida cotidiana como la conocíamos hasta entonces traen consigo los primeros indicios del cambio de paradigma: la transformación del turismo es inminente. Después de la crisis derivada del Covid-19, la agenda de los gobiernos se centra en paliar los efectos secundarios de la paralización de la economía. En materia de turismo, sector que en España representa un porcentaje muy elevado del PIB, afloran cuestiones tales como: ¿cuánto afectará la disminución del turismo en nuestro país?, ¿hay que regular y establecer nuevas medidas?, ¿es sostenible el turismo que realizábamos hasta ahora?, ¿cómo se vislumbra el futuro? Analizamos la situación en este artículo.
¿CUÁL SERÁ EL IMPACTO?
No cabe duda de que la disminución del turismo va a dejar graves secuelas en la economía de nuestro país. El cierre de negocios, la reducción del contrato temporal o el aumento del desempleo son ejemplos de consecuencias que ya podemos advertir en la actualidad. Y no es para menos teniendo en cuenta la situación geopolítica de nuestra península, España es un país que depende en gran medida del sector turístico. A nuestro favor, el gobierno lleva meses estudiando medidas para poder paliar el impacto que va a generar la paralización mundial de la movilidad, y con ello llegan las nuevas propuestas.
UN NUEVO PARADIGMA TURÍSTICO
Algunos expertos en materia sugieren que es buen momento para cuestionarnos el paradigma turístico, ¿es sostenible la asiduidad con la viajamos?, ¿y las distancias que recorremos?, ¿existen alternativas? Las organizaciones públicas parecen apostar por la transformación del turismo: aplicar medidas que resulten menos dañinas para el medioambiente, para la economía y para las desigualdades sociales. Por ello proponen, entre los planes que tiene las ONU para la agenda del 2030: fomentar el turismo rural y de proximidad, estimular y recompensar el uso del transporte público, diseminar los enclaves turísticos masificados, promover el turismo rural y invitar al viajero a escoger actividades que reduzcan la huella contaminante.
Sin embargo, para que la reconversión no haga peligrar el empleo de los trabajadores asiduos del sector, la ONU se ha marcado una década en la que virar poco a poco el modelo hacia la sostenibilidad. De ese modo se protegerá a los miles de autónomos y PYMES que actualmente trabajan en el sector turístico en España.
LA TECNOLOGÍA SERÁ LA PROTAGONISTA
Asimismo, uno de los cambios más inminentes será la inclusión de la tecnología en las actividades que se derivan del sector: guías, excursiones, visitas, gastronomía… El futuro apuesta por un paisaje tecnológico que abra el camino hacia una práctica más responsable de las experiencias turísticas. Se buscará facilitar las actividades al visitante aportando ideas rompedoras. Se habla de visitas 3D a épocas del pasado, guías totalmente personalizadas según la experiencia del usuario, juegos en la actividades que conviertan al viajero protagonista o, inclusive, propuestas proactivas para proteger la fauna y la flora del destino. La llegada de las propuestas tecnológicas abre un abanico infinito de posibilidades. Lo importante será aprovechar las nuevas alternativas como una oportunidad para cambiar el paradigma hacia un modelo más sostenible. Lo que sí es innegable es que la transformación del turismo es inminente.